sábado, 3 de abril de 2021

Mas dura será la caída de Lapubra (Beta 1)

¿Qué es este texto?

Más dura será la caída de Lapubra es una aventura para jugar a rol. La historia transcurre en un alejado pueblo fronterizo que tendrá que afrontar una insólita amenaza siendo los personajes llevados por las jugadoras la mejor baza que tengan para ello.

Como todas las publicaciones de juegos de rol la aventura esta escrita para ser jugada por una persona que dirija el juego (DM) y varias jugadoras interpretando personajes integrados en la ambientación. Se describen entornos, localizaciones, personajes y muchas otras cosas para el disfrute de todo el grupo de juego.

Al haber sido redactado dando más preferencia a los detalles y el ambiente que a las reglas de los juegos de rol y sus mecánicas, este texto puede ser disfrutado por cualquier lectora al margen de si lo jugara en una partida de rol o no. Lo único lineal en este escenario es el orden en que está escrito, una vez en juego los personajes podrán vagar a sus anchas y encontrar o descubrir las maneras de hacer las cosas que más le convengan.

Un aviso importante en este punto para ti que estas leyendo estas líneas: si vas a ser jugadora que interpreta personaje NO LEAS NI UNA LINEA MAS. NO LEAS ESTO AHORA MISMO. HAZ CASO DE UNA VEZ Y DALE ESTE LIBRO A QUIEN VAYA A SER Dungeon Master (DM de aquí en adelante).

 Para aportar mi modesto granito de arena en pro del lenguaje inclusivo se usara el femenino genérico y el masculino genérico alternándose sin orden ni concierto por todo el texto.

Cualquier comentario o impresión ya sea buena o mala, siempre que se haga con educación, será bien recibida en la cuenta de @danveron en twitter.

Como dirigir esta aventura

Puedes dirigir esta aventura con cualquier juego de rol que contenga la palabra Dungeon o casi cualquier temática fantástica. El contenido está  expuesto de manera que encuentros y desafíos puedan adaptarse a vuestro grupo y estilo de juego sin esfuerzo alguno. Es fácil de integrar en un rincón de cualquier ambientación y al final hay unos bloques de estadísticas para el Sistema Reducido de Dungeon. Estos datos constituyen una deconstrucción de las mecánicas esenciales que puedan tener relevancia, ya sean en encuentros de combate o de otro tipo más especifico, siendo muy útiles para poder trasladar todos los desafíos expuestos a otros sistemas de juego de rol.

 

Los cuadros de texto que encuentres con este aspecto contienen información que, como DM puedes leer o parafrasear a los jugadores en ciertos momentos concretos para describir lugares, sucesos, acciones o aspectos de personajes no jugadores o monstruos.

En la propia redacción de los mismos se intenta que sean lo mas útiles posibles, de manera que como mínimo brinden algún respiro en la agotadora tarea de dirigir, al menos después de haber expuesto su contenido al grupo de juego. Sin embargo hay que tener en cuenta todas las acciones de los personajes que puedan haber alterado las descripciones de estas ayudas de juego.

 

Las palabras resaltadas en negrita indican que hay más información sobre ese concepto en algún otro apartado de la aventura. En la ultima parte del texto están las apostillas que amplían la información respecto a algunos detalles.

 

Los cuadros de texto que, como este, estén sombreados de gris ofrecen información adicional u opcional para la Dungeon Master.

Por ejemplo:

Para ayudar al desempeño de la DM después de algunas descripciones se pueden encontrar frases o párrafos precedidos de asteriscos.

** (Dos asteriscos) Significan datos que solo pueden ser conocidos o averiguados por alguien que tome interés en el tema. Puede significar que para tener constancia de estos datos se efectuaría una tirada, con la habilidad relacionada, con una dificultad de 15 (difícil) en 1d20. En muchas ocasiones no será necesaria la tirada, considerándose éxito,  si alguno de los personajes manifiesta un interés al particular.

*** (Tres asteriscos) Es una información que, la mayor parte de las veces, solo podrá ser averiguada por alguien muy versado en el ámbito relacionado. La dificultad seria 20 (muy difícil) aunque para un personaje familiarizado e interesado podría llegar a tirar con ventaja.

 

Abreviaturas

En esta aventura se utilizan las siguientes abreviaturas y vocabulario especifico:


Chaparro, Chapo =  Enano

DM = Dungeon Master

GP = Grupo de personajes

Hade, Hada, Hado = Elfas/elfos

pc = Pieza(s) de cobre

Pek = Mediano, Halfling


PJ = Personaje

PNJ = Personaje No Jugador

po = Pieza(s) de oro

pp = Pieza(s) de plata

Tialas y Tisanas = Personas pájaro


Resumen

Un pequeño ejército de criaturas voladoras han robado todos los recursos de una pequeña comunidad fronteriza. Las ayudas no llegaran a tiempo y el invierno se acerca. La única esperanza de los habitantes es que un grupo de héroes pueda recuperar lo suyo.

Las personas pájaro han sido enviadas por Lapubra un poderoso mago. Todas las provisiones y el material saqueado ha sido llevado a la Fortaleza Aérea. Este castillo flota en el aire y se puede desplazar por los cielos. De esta manera recuperar los recursos del pueblo puede llegar a ser una ardua tarea.

En esta aventura se describen varias localizaciones donde la banda podrá encontrar medios y oportunidades para  acceder, recuperar o incluso destruir el castillo flotante.

En el apartado de El Pueblo Natal se describe el punto de partida de la aventura. Como trasfondo a elegir puede ser el hogar de cualquiera de los personajes si así lo desea. Su población es en mayor parte humana pero puede ser muy divertido encontrar una explicación para justificar que alguien de cualquier otra raza o cultura haya sido criado allí. En este caso concreto se puede asumir que justo cuando aconteció el robo de la cosecha el personaje no se encontraba en el pueblo.

La Fortaleza Aérea constituiría el dungeon principal aunque en si misma es un pequeño mundo con todas sus maravillas, habitantes e invitados.

Hay una descripción y todo lo necesario, para si así se desea, poder efectuar partidos de metecabras en la pista de juego dispuesta para ello. Lapubra siempre esta deseando ver nuevos encuentros y en cierta manera todas sus acciones giran en torno a este sangriento deporte.

Todo un capitulo esta dedicado al principal antagonista del grupo de personajes mostrando los matices que impregnan muchos aspectos de la aventura y permite al DM tener las cosas muy claras a la hora de interpretar a un personaje tan histriónico como este mago loco como cabra.

Las apostillas finales aportan datos y mas datos para los mas completistas. No hay mas porque había un limite de palabras que se podían meter en este contenido. Para cualquier duda que pueda quedar pendiente no dudes en contactar con el autor. 

sábado, 13 de marzo de 2021

Corvina

 

Contemplo sus manos rojas, cubiertas por entero de sangre. El jergón, su faldas y las mangas estaban empapadas. A pesar de sus esfuerzos no pudo salvarle la vida, la herida en la cabeza había resultado fatal.

 Dentro de la tienda los demás la miraron expectantes. Fuera de las lonas de campaña se escuchaba el fragor de la batalla. Los escuderos que habían traído a su moribundo señor sollozaban en silencio. El principal brigadier sostenía la bandera blanca de rendición. Corvinia se la arranco con violencia para frotarse las manos con ella.

- Quitadle la armadura a vuestro señor.- Ordeno con firmeza a los presentes. Nadie se movió. Vio en los asustados rostros la comprensión de lo que pretendía hacer y las dudas que suscitaba. Los ojos de Corvina relampaguearon. – Mi marido no se rindió y no seré yo quien lo haga. Podéis ayudarme o ser unas ratas asquerosas.

Corvina alzo el espadón de su marido con la misma facilidad con la que él la blandía en vida.

- Voy a salir allí fuera y vamos a ganar esta batalla.  Perder o rendirse seria deshonrar a todos los que han dado su vida por nuestra causa.

Momentos después estaba vestida de acero encaminándose con decisión al frente de la batalla.

lunes, 13 de mayo de 2019

Únete a la aventura




- Únete a al aventura me dijiste. ¿!Por qué diablos del averno te haría hecho caso!? - Mascullo Triskelión.

- Hombre, una aventura si que es. - Dijo Xifot con cierto temblor en la voz. - No lo puedes negar.

Esa temblorosa voz podría ser debido a la risa o al miedo. Era pura imbecilidad pensó Triskelión. En menudo berenjenal estaban metidos. ¿Quien es mas loco, el loco o el que sigue al loco? Xifot podía ser un completo imbécil, pero mas lo había sido él por hacerle caso. Se prometió a si mismo que nunca jamás en la vida volvería a dar crédito a lo que saliera de la boca de aquel imbécil. Claro, que para poder cumplir esa promesa primero tenían que salir vivos de aquel agujero. Por todos los dioses, iban a morir por veinticinco monedas. Triskelión aun se asusto mas de lo que estaba al descubrirse a si mismo rezando a los dioses buenos. Toda su vida abjurando y burlándose de ellos. Orgulloso de no necesitarlos para nada. Mofándose de los devotos. Y ahora, a la hora de la verdad, rodeado por el enemigo, ante la perspectiva de una muerte horrible Triskelión besaría las polvorientas sandalias del Dios de los granjeros con tal de tener una posibilidad de salir de allí de una pieza.

"Que me dirías si te dijera que vamos a pasar unos días en la ciudad y con monedas en las bolsas." Un par de horas atrás, en los dormitorios Xifot había interrumpido su lectura. Era la tercera vez Triskelion leía ese libro, ya había leído dos veces todos los libros de la fortaleza, no es que leyese rápido, es que habían muy pocos. De esa manera cometió el primer error: prestar atención a Xifot. Sus monsergas y fanfarronadas eran aburridas, pero el tomo que estaba releyendo era aun mucho peor. “La sucesión de los fueros de la marca”. El hastío y el aburrimiento nunca han sido buenos consejeros, por ello cometió el segundo error: creer que algo de lo que decía Xifot pudiese ser verdad. ”Sé dónde  capturar a un chamán.”. Las alarmas deberían de haberse activado dentro de la cabeza de Triskelión. Un imbecil de la calaña de Xifot sería incapaz de enfrentarse y mucho menos tomar prisionero a todo un chamán caraperro. Antes de que pudiese objetarle el zalamero Xifot le regaló los oídos dándole a entender que Triskelión era el mejor en lo suyo y que con solo ellos dos podrían capturarlo. Durante una hora continuó hablando Xifot de todos los conocimientos que Xifot poseía sobre los caraperros, de sus luchas y combates, experiencias y “aventuras”. 
Se habían transladado al rincón más privado de la cantina y Xifot soltaba todas sus retahílas delante de unas cervezas. Triskelión ya las había escuchado en anteriores ocasiones pero de entre sus exageraciones puedo entresacar como un aquel se había enterado de cómo podrían capturar a un chamán dos tipos solos.

En las noches de luna, como era en la que estaban, y en determinadas noches, como poda ser aquella misma, los chamanes caraperros hacían algún ritual que los llevaba a sumergirse en aguas limpias completamente desnudes, y al parecer solos. Napier había visto a uno de ellos y por qué no se lo comunico de inmediato al comandante, porque había salido sin permiso para forrajear por su cuenta. Napier podía ser un fumador de hierbas y un comedor de hongos pero aquello cobraba todo el sentido. Con unas cuantas cervezas en el cuerpo parecía un juego de niños ir a la charca en donde había sido visto y estando desnudo y desarmado sería presa fácil. Después de eso el reconocimiento del Comandante y tal y como decía Xifot: días de permiso con monedas en la ciudad. Triskelion podía verse a sí mismo comprando libros después de una memorable noche de fiesta.

Se armaron y se dirigieron a la charca de agua salada a la que se había referido Napier. Hasta más tarde no supieron la extraordinaria suerte que habían tenido en un principio. Cuando llegaron pudieron permanecer ocultos casi hasta el borde del agua. Y allí tenían su presa, un caraperro de pelaje amarillento cuyos músculos se marcaban debajo de su hirsuta pelambrera. Podían entrever sus afilados dientes en un desconocido gesto de placer y tranquilidad al estar medio sumergido en el agua. Podría parecer un perro grande feliz disfrutando del baño, no una bestia sanguinaria y sadica capaz de matar con hierro y fuego. A punto estuvieron Triskelión y Xifot de saltar sobre él cuando vieron otros ojos que se abrían junto al chamán. Y no fueron los únicos. Los caraperros suelen ir llenos de barro, porqueria y mierda. No son limpios por naturaleza, aquel ritual practicado por el chamán era muy insólito. Por ello era muy fácil, demasiado, no distinguirlos en la noche aunque la luna estuviera clara. Triskelion contó cuatro, seis, doce antes de darse cuenta de que eran mu chose más. Un clan entero siendo testigo del ritual de su chamán. La extraordinaria suerte era que no los hubieran descubierto al acercarse allí. Sin embargo primero uno y luego varios hocicos empezaron a olfatear el aire. Triskelión percibía el olor a cerveza de su compañero. Los caraperros los descubrirían en breve. “Salgamos corriendo de aquí.” Le susurro a Xifot. El espanto en sus ojos le dio a entender que comprendía que estaba pasando y en que clase de lío se habían metido.

Al principio recularon sin hacer ruido, pero cuando los hociqueos se convirtieron en ladridos y estos en alaridos salieron corriendo a todo lo que daban sus piernas de sí. Aunque cualquiera de ellos dos doblaban en altura al más alto de los caraperros, estos se podían mover muy deprisa. Pronto tuvieron flechas y dardos silbando junto a ellos. Algo punzante se clavó en el brazo de Triskelión y pudo notar la llamarada del veneno. Antes de que llegasen a la mitad de camino que los separaba de la fortaleza serían atrapados o asaeteados. Eso si no tropezaban, entonces podían considerarse muertos. Peor que muertos, los caraperros no los matarían limpiamente. Se deleitarían con ellos sometiéndoles a todo tipo de torturas. A nadie en la fortaleza le gustaba hablar de ellas pero todos conocían los partimientos, la comida rápida, el vaciado de cráneo. Decenas de muertes agónicas desfilaban en la mente de Triskelión, pensamientos tan dolorosos como su brazo herido. Tan hiriente como saberse tan imbecil de haber acabado con su vida por veinticinco miserables monedas.

Entonces se cruzaron con los compañeros de la Fortaleza. El Comandante mismo encabezaba las tropas. Entre los oficiales, a su lado estaba Napier con cara de circunstancia. La llegada de los soldados hizo que todos los caraperros se batieran en retirada. Los dos compañeros cayeron de bruces al suelo. Xifot dijo que lo que les había pasado podía considerarse toda una aventura. Entre maldicientes y jadeos Triskelion le había hecho una pregunta sin darse cuento de ello.

domingo, 17 de febrero de 2019

todo y nada

todo y nada esta escrito
como se vive y como se siente
pero solo si lo tienes
entiendes lo grande que es
por el se cambia el mundo
puede ser tan grande como el océano
tan pequeño como una semilla
lo cierto es que una vez aparece
ya nada sera igual
si me encuentras cuidame

atentamente el amor

jueves, 23 de agosto de 2012

Mandoble del Dungeon de la Orden del Fenix. Tirada Saber Historia CD 10

  Es un trozo de hierro martilleado a conciencia. Las toscas runas en la hoja evidenciaban su procedencia a medio mundo de distancia. Podria pasar por un espadote de Mundohelado, los simbolos eran muy parecidos, pero aquello era obra de un Hacho Herrero. Hay muy pocos de estos. Los Hachos desde los tiempos inmemoriales solo desean golpear a la gente con cosas grandes. Incluso entre ellos. Muy pocos se ocupaban de otros menesteres. Cuando la hacen no pasaban desapercibidos. El desenfrenado bardo hacho Kilokilo, famoso principalmente por que todos sus actuaciones acaban en pelea, es una prueba de ello.

  Asi pues el mandoble parecia hecho para un gigante. Seis pies de largo. Acero empapado en salvaje magia runica a base de miles de poderosos golpes. Forjado seguramente en alguna cueva de hielo o en alguna de esas congeladas montañas. Estaba hecho en una sola pieza. Unas cuantas tiras de grueso cuero forraban el largo mango. La recia guardia tenia por si sola la longitud de una daga larga o una espada corta. Por si solo, el espadon, aun cuando se viera reposando en un armero, sugeriria al espectador un peligro brutal. Verlo en manos de un Hacho enfurecido podia llegar a ser aterrador.

  Y este tenia inscritas unas runas. Incomprensibles para quien no fuera un Hacho Herrero. El acero estaba pulidisimo como un espejo en las inscripciones. Al darles la luz destelleaban en insolitos reflejos.

  Espadon +1

3612 Los Altos. Dungeon de la Orden del Fenix

   “Veinticuatro esquelies” Aquel grupo habia podido con dos docenas de reanimados. No sin esfuerzos. Tres del grupo habian quedado bastante malheridos.Por unos momentos parecio que todos perecerian cuando dos de ellos cayeron al suelo del salon. Ella permanecio escondida detrás de una columna. No tuvo valor de salir. Tampoco hubiera servido de gran ayuda. Oculta presencio toda la escaramuza. El clerigo no parecia tener mucha fé. O quizas el poder del Fenix era mucho mayor aquí. Normalmente cualquier sacerdote podria haberlos destruido con facilidad. “No cualquiera, sus intentos propios habian resultado infructuosos” Pero quizas estos era otros tipos de muertos. Eran acolitos de su propia orden alzados del mas alla. Aquel templo llevaba mas de mil años abandonado, pero seguia siendo un sitio de poder de la Orden del Fenix. Solo aquello la habia mantenido con vida, hasta ahora. “Mas alla de la muerte, el Fenix siempre renace”. El credo basico. Lo primero que oyo de los labios de reclutadora Vigdis. No habia llegado a pasar un año, pero que lejos quedaba aquello.

  Finalmente el Clerigo del Sol consiguio que la fuerza de Aman fluyera a traves de el y fue destruyendo los esqueletos con exorcismos cegadores.

  Los supervivientes arrastraron a sus heridos inconscientes y cerraron las pesadas puertas de hierro tras ellos. La oscuridad lo inundo todo. La joven escuchaba el arrastrar de pies de hueso detrás de ella. Marina penso en llamarles. Podria tocarles a las puertas para sacarla de alli. Pero le daban miedo. No daban ninguna confianza. Eran temibles. Habia un gigantesco Kordus, peludo como un oso que estuvo asestando terribles tajos con una enorme hacha. A su lado un Tloniano armado con los ojos de un asesino y una mueca cruel. Otro tenia toda la pinta de ser un mercenario de La Grieta. ¿Qué clase de tipo seria para que lo hubiesen echado de alli? ¿Acaso no tenian alla sangre dia tras dia? Estaba muy loco.Todos parecian estarlo. Solo los locos se metian en sitios asi. Ella, aun teniendo su fé sabia que habia hecho una locura. Nunca hubiera de haberse metido sola.   Eran siete, como los siete dioses de los cuentos de hielo y fuego. Y cada cual parecia mas peligroso y cruel que el anterior. El del Sol, alzando su brazo a los reanimados, habia gritado su exorcismo sin ningun resultado una y otra vez. Hasta el final. Parecia un demente fanatico. Eran aventureros sin escrupulos, tenian un mago entre ellos. Se nota perfectamente quien es un mago aunque este a siete leguas de distancia. O inclusa en la penumbra de un dungeon. Con sus gestos estrafalarios y la extrañeza de sus gestos. Aun sin ellos, podria detectar a un mago simplemente por su manera de andar. No pudo comprobarlo por que moverse, se movio poco. En una mano sostenia un baston con una de las luces. La otra mano la esgrimia como si fuese a atacar con una aguja invisible. Ademanes de mago. A Marina le hubiera dado risa si no hubiera estado al borde de unataque de histeria.El mago llevaba una luz magica. Ese antinatural fulgor blanco que evidentemente no puede provenir de la candela de una llama. Esa luz hacia de el un blanco perfecto. El fulgor evidenciaba que era completamente negro. No un negro como el que habia en los isleños de Roscomun. Tampoco del de todas las personas morenas que vio en los puertos de La Capital. Por otro lado no estuvo mucho tiempo por alli. Vio cosas mas raras incluso. Pero aquel negro era turbador, negro como el tizon. Ademas ¿Qué era? ¿Un anciano? Ese hombre se iba a matar por hay. El arquero elfo. Con rastas. Parecia una rata, tambien bastante oscurillo. ¿Seria semirazlag? Su expresión era depravada ¿Qué extrañas alianzas podian poner a uno del Sol con una de esas alimañas oscuras? ¿Y el Paladin? Le costo averiguar lo que era. Eso si que era inusual. Un Paladin de Canal. Y vaya que si lo era. Su mirada era pura locura. Era el mas loco de todos. Y aquello no era nada facil entre semejante recua. Loco como su diosa lunar. Liderados por un lunatico.No, no tocaria a sus puertas.

  Encendio su lampara. Al tercer intento. Las manos le temblaban. Si no iba por la puerta norte tenia que volver a la puerta sur. Aquello implicaba cruzar los muertos otra vez. Los muertos que andaban. Otra vez. Cerca de la puerta deambulaban una docena o mas de no muertos. Esquelies. Podrian haber muchos mas en los rincones oscuros. Habian demasiados rincones oscuros. Los muertos recogian escombros del suelo o de los laterales derrumbados. Como marionetas manejadas por hilos invisibles se agachaban como muñecos. Cargaban el peso sobre sus brazos de solo hueso con solo tal vez jirones de tela ennegrecida. Y andaban mecanicamente como unos automatas de bronce que una vez vio en el Zoco. Andaban en grotescos pasos y tiraban en un pozo los escombros que habian recogido. Eran esqueletos animados magicamente. Resultaba un espectaculo digno de ver. Habia oido rumores de que en ciertas tabernas, o mas bien selectos clubs cuyo secreto emplazamiento solo era conocido por sus ocultos miembros, que habian degenerados que pagaban por ver a un nigromante reanimar muertos y hacer teatros con ellos. Habia oido cosas peores pero preferia no pensar en ellas. No aquí abajo. Hay demasiados muertos vivos.

  Sin embargo ninguno de esos seres vueltos antinaturalmente a la vida habia mostrado hostilidad hacia ella. Su entrada los reactivo. Ella sin saberlo habia puesto en marcha algun antiguo hechizo. Un favor divino adormecido por el olvido. Ella era una sacerdotisa de la Orden del Fenix. Era una novicia eso si, pero era una cleriga de la fe al fin y al cabo. No iba a poder volver a casa esa noche. No con ese grupo de locos merodeando. A saber que harian con ella. Incluso puede que la responsabilizaran de los muertos. Aunque en verdad era la responsable. Pero no conscientemente.Los esqueletos la ignoraban. Seguian ejerciendo su labor lenta pero incesantemente. A ese ritmo puede que en menos de un ciclo despejasen toda la sala. Marina intento vislumbrar los techos. La luz de su lampara no llegaba tanto. “O dos ciclos, o dos años, esto es realmente inmenso” Casi de puntillas paso entre los muertos procurando mantener las distancias. No eran hostiles pero la idea de que la tocasen le horrorizaba. No tenian manos, eran garras de hueso. Tras una eternidad llego a la puerta. La abrio. Chirriaba. Los esqueletos no se dieron por enterados. La cruzo y la volvio a cerrar.

  Siguio el corredor hacia el sur. Llego al cruce y miro al oeste. “La trampa”. Continuo andando despacio hacia al sur. Todo el rato estaba en tensión esperando que cualquier horror saliese de cualquier esquina. Era un templo del Fenix. Y ella era una cleriga del Fenix. Pero vete a saber si todos aquellos engendros la respetarian. Era una novicia al fin y al cabo.

  El hueco del abismo era la sala que mas al sur estaba situada del complejo. El Templo acababa alli en un inquietante abismo. Hacia arriba por el hueco entre las rocas veia las primeras estrellas titilar. No se arrimo al borde, le daba miedo mirar. Alli habia un altar, sin inscripciones. El altar de la Catedral de Roscomun estaba bañado en oro y mostraba al Fenix en todo su esplendor. Este era algo sencillo en comparación aunque hecho de ferrea piedra. Tal vez hace mil años todo era mas sencillo. Menos complicado. Le dolia la cabeza y le rugia el estomago. Estaba agotada completamente. Su intención habia sido abandonar el Dungeon hasta que vio a los locos.

   Tenia que administrarse los viveres. El bacon se habia acabado. El estomago le rugia. Aquella misma mañana habia desdeñado las tiras de grasa. Ahora se arrepentia. Arrebujandose en una esquina rebusco en su mochila. Solo tenia un chusco reseco de pan del camino. Mordisqueo un poco. Era comida concentrada decian, pero sabia a papel mojado.Apenas quedaba agua tampoco.Saco los papeles que habia encontrado en el atril de la capilla. Los extendio para estudiarlos a la luz de la lampara. Su intención habia sido estudiarlos comodamente en su casa. Comiendo los ricos platos que le preparaba su madre. Hubiera dado cualquier cosa en ese momento por uno de sus estofados. Aunque engordasen. Sus padres estarian preocupados. Habia pasado una semana desde que se fue. Estuvo cuatro dias en la granja del greñas antes de meterse en este lio. Estuvo con la panda fumando hierba del diablo sin parar. Aquello era lo que le habia metido esa idea loca en la cabeza. La heroína del Fenix. Que absurdo. Apenas recuerda como llego. Si que se acuerda como ninguno de ellos la quiso acompañar. “Medianos fumados” Eran unos cobardes. O tal vez demasiado perezosos. En cualquier caso no se podia contar con ellos para otra cosa que no fuera fiestas y diversión.

  Un insidioso frio provenia del abismo. Su manta se habia quedado en la sala de las gradas. No podia volver alli. Los pergaminos estaban escritos en comun antiguo, eran dificiles de leer pero poco a poco los fue descifrando. En ellos se corroboro su sospecha de la trampa en el corredor oeste. Habia sido una suerte que le hubieran enseñado algo muy parecido en los subterraneos de la Catedral de Roscomun. ¿Cómo se llamaba aquel celador? No se acordaba. El mozo habia querido impresionarla y le enseño varios pasajes que normalmente permanecian ocultos a los visitantes normales. Aquello le habia salvado la vida.

   En los papeles estaba todo. El templo era mucho mas antiguo de lo que parecia. Se habian encerrado, se habian enterrado en vida para sobrevivir a los Raz-Lag. Y volverian a la vida cuando uno de su propia fé los rescatase. “Mas alla de la muerte, el Fenix siempre renace”. Asi que habia sido ella. Su presencia.

  Aquello no estaba bien. Esas almas atormentadas necesitaban una liberación. Los mismos papeles brindaban la solucion. En la sala de la Trampa estaba el Abanico del Apacible descanso junto con otros tesoros listados. Con el y el adecuado ritual descrito podria poner fin a todo esto.Pero ella no podia acceder alli. En ningun sitio ponia la contraseña. Si intentaba acceder sin ella resultaria muerta.

   Una ola de frio la invadio. Se hizo un ovillo. La luz de la lampara iba disminuyendo poco a poco.Pobres almas que aun en la otra vida seguian sirviendo a su dios. Rezó por ellos. Rezó por los siete hombres que le daban miedo. Rezó por ella misma. No iba a poder dormir alli. Estuvo llorando hasta que de alguna manera se quedo dormida.

lunes, 20 de agosto de 2012

3572 Entre los Dientes del Orco y el puerto de Costazurda

        El barco era zarandeado como un juguete de madera en un rio tumultuoso. Todo lo que no estaba amarrado había salido por la borda. Las velas no arriadas habían volado. Y todos los supervivientes se agarraban a algo para no hacer lo mismo. El cielo parecía abrirse en cada retumbar de los truenos. Aquella era la peor tormenta que Saladen había visto en sus años en el mar. Y de eso hacia mas de 70 años. Tal vez en los años 20 aquel asunto de los gigantes, las aguas se alzaron altas como Granborls. Toda la cubierta quedó inundada de agua. Saladen aferrándose a las jarcias contuvo la respiración mientras aquella gigantesca ola recorria toda la nave. No terminaba de pasar. Tragando agua al tratar de respirar concluyo que aquella era definitivamente la peor tormenta que se habia obligado a atravesar. Los Eldivos ya se lo habian advertido. En circunstancias normales nunca se hubieran hecho a la mar. Pero quedarse hubiera sido morir emplumado. Quizas estaban destinados a morir de todas las maneras.

     - ¡Capitán! - El fiel Tub se había acercado rápidamente tras que la ola reculase. El sem tenia valor. Saladen le dio uno de los cabos, su segundo lo agarró -  El casco integro. Las inundaciones de la bodega se mantienen estables. La arboladura no aguantara mucho mas. Las vergas de mesana estan partidas. Y ya sabe..

     - Si ya se que no es el equipamiento original, no te olvidas nunca de recordarmelo - El capitan lo habia perdido en una apuesta. - ¿Como esta Melf?

     - Lo han bajado. Tiene algunos huesos rotos. Es increíble como se enganchó a la cuerda.

     Saladen lo había dado por perdido cuando cayo por la borda. Contra todo pronostico el hechicero se habia agarrado como una garrapata al cabo lanzado y semiinconsciente pero vivo lo habían izado. ¿Cuanto podría durar esa tormenta? En esos momentos Saladen lamentaba su falta de fé en alguno de los dioses. Sabia que aunque rezase ninguno le haria caso. Lo unico que lo podía consolar era en estos momentos era difícil que el asunto se complicase. Si aguantaban el vendaval sobrevivirian. En caso contrario todos muertos. En tensión aguantaron expectantes la proxima ola. Viniese por donde viniese. En ese momento se escucho un terrible grito. El alarido estremecedor se alzó por encima del barrunto de la tormenta. Procedia de las profundidades del barco.

   -¡Que demonios pasa ahora Tub! - El capitan se hizo oir no sin cierto desespero.      

   - Es la del Alberich. - Voceo el segundo. - Se ha puesto de parto.